lunes, 15 de mayo de 2023

 

Venecia


Un poema de Laura Chalar

en el último número

de la revista “Fénix”

 

 


Venecia

 

I.

 

Sobre Venecia no me está permitido decir nada

se hunde la ciudad bajo el peso de las cartas

 

                   hoy toda la luz se dio cita en el Canal

           y los gondoleros guardaron un minuto de silencio

  

una muchacha enferma se agosta tras su balcón

aquí sigue viniendo la gente a morir

 

alas de paloma me rozan sobre el Rialto.

 

 

II.

 

Abrir los ojos en Venecia y llovizna

anoche un tráfico extraño me surcó el costado

                       

                                                          

al otro lado hay una pared rosa,

una ventana verde y una gárgola

 

podría estirar el brazo y quizá tocarla

hoy será un buen día, dice la gárgola.

 

 

III.

 

Venecia, una rubia de Tiziano,

olvidó hace mucho su mañana de esponsales

 

 

aunque el Dux siga arrojando su anillo a las aguas

de la laguna variable, que debe ser propiciada.

 

 

IV.

 

Ca’ Rezzonico se cimbrea bajo mis pies

esto pasa siempre, dice la cuidadora

 

he sido invitada a un cuadro de Pietro Longhi

por una cábala de enmascarados licenciosos

 

                              en toda pesadilla está el momento horrible

               en que los doctores de la peste descubren sus rostros

  

el santo y seña es Tomà, si pudiera acordarme.

 

 

V.

 

Aquí en Venecia llevo mi vestido estampado con lazo

y cruzo todos los puentes como un ángel

ni dama Mocenigo ni ramera

 

             en San Vidal me enamoro de un violinista de mal genio

                              y pienso Guglielmo  durante un día y su noche.

 

 

  

VI.

 

Sólo queda un café abierto en Giudecca

y mamá querría caminar un poco más

(infunden rosa los reflejos)

 

a la vuelta, San Giorgio arde como un espejismo

la Salute es una novia vaporosa.

 

  

VII.

 

Florian es el lugar donde los mozos miran mal

y recuerdan las gloriosas propinas de Byron

 

          un jovencito inglés, un conde ateo y un demente

             brindan hacia el espejo con vasos de rosolio

  

la gente a la moda no sale sin su máscara

crecen las chances en forma exponencial

hasta el Dux ha sido visto persiguiendo faldas

 

tú no frecuentarías estas salas rococó

 

(no dejes que me muera

sin haber vuelto a mirarte).

 

 

VIII.

 

Y cada noche en el campiello

 

bajo la gran luna inmóvil

delatora de zaguanes

 

 

las casas se lavan de miradas obscenas

y asoma en la piedra un vestigio de agua.

 

 

IX.

 

Acerca de Venecia es menester silencio

mengua la ciudad tras una bruma de voces

 

nadie despierte a la luz sobre la lengua del Canal

il buon tempo verrà, dijo la gárgola.

 

  

Laura Chalar

 

[En “Fénix” N° 30,

Editorial Brujas, Córdoba, 2022.

Para solicitar su envío a domicilio:

https://www.editorialbrujas.com.ar/home]





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