Venecia
Un
poema de Laura Chalar
en el último número
de la revista “Fénix”
Venecia
I.
Sobre
Venecia no me está permitido decir nada
se hunde
la ciudad bajo el peso de las cartas
hoy toda la luz se dio cita en el Canal
y los gondoleros guardaron un minuto de silencio
una
muchacha enferma se agosta tras su balcón
aquí
sigue viniendo la gente a morir
alas de paloma
me rozan sobre el Rialto.
II.
Abrir
los ojos en Venecia y llovizna
anoche
un tráfico extraño me surcó el costado
al
otro lado hay una pared rosa,
una
ventana verde y una gárgola
podría
estirar el brazo y quizá tocarla
hoy será un buen día, dice la gárgola.
III.
Venecia, una rubia de Tiziano,
olvidó
hace mucho su mañana de esponsales
aunque
el Dux siga arrojando su anillo a las aguas
de
la laguna variable, que debe ser propiciada.
IV.
Ca’
Rezzonico se cimbrea bajo mis pies
esto pasa siempre, dice la cuidadora
he
sido invitada a un cuadro de Pietro Longhi
por
una cábala de enmascarados licenciosos
en toda pesadilla está el momento horrible
en que los doctores de la peste descubren sus rostros
el santo
y seña es Tomà, si pudiera acordarme.
V.
Aquí
en Venecia llevo mi vestido estampado con lazo
y
cruzo todos los puentes como un ángel
ni
dama Mocenigo ni ramera
en San Vidal me enamoro de un violinista de mal genio
y pienso Guglielmo durante un día y su noche.
VI.
Sólo
queda un café abierto en Giudecca
y
mamá querría caminar un poco más
(infunden rosa los reflejos)
a
la vuelta, San Giorgio arde como un espejismo
la
Salute es una novia vaporosa.
VII.
Florian
es el lugar donde los mozos miran mal
y
recuerdan las gloriosas propinas de Byron
un jovencito inglés, un conde ateo y un demente
brindan hacia el espejo con vasos de rosolio
la
gente a la moda no sale sin su máscara
crecen
las chances en forma exponencial
hasta
el Dux ha sido visto persiguiendo faldas
tú
no frecuentarías estas salas rococó
(no dejes que me muera
sin haber vuelto a
mirarte).
VIII.
Y
cada noche en el campiello
bajo
la gran luna inmóvil
delatora
de zaguanes
las
casas se lavan de miradas obscenas
y
asoma en la piedra un vestigio de agua.
IX.
Acerca
de Venecia es menester silencio
mengua
la ciudad tras una bruma de voces
nadie
despierte a la luz sobre la lengua del Canal
il
buon tempo verrà, dijo la gárgola.
Laura Chalar
[En “Fénix” N° 30,
Editorial
Brujas, Córdoba, 2022.
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